miércoles, 27 de mayo de 2009

Y se apago la luz, y escuche el silencio, mis gritos se apagaron, y el dolor desapareció, deje de sufrir, deje de sentir, los recuerdos se apropiaron de mí. El color de la luz volvió a brillar en la oscuridad de mi alma, quise volver hacia atrás, pero todo era negro, oscuro, frió.

Empecé a ser feliz, mi alma viajaba a través de los corazones más hermosos que un día dios me dio, las de mis hijas, mi alegría era inmensa, mi alma recorrió su interior, y pude abrazar sus corazones, mis corazones.

Volví a ver el arco iris, cerré mis ojos, y escuché una voz que me llamaban mire a mi alrededor, y hay estaba el, con su sonrisa, con sus manos abiertas, esperándome, me acerque a el, y nos besamos, ya no recordaba sus besos, sus abrazos, pero era el, me dio su mano, y volvimos a ser jóvenes y de nuevo estábamos juntos, eternamente juntos.

Estas palabras en memoria a la madre de paloma y angelines

En su memoria, hasta siempre SEBASTIANA

1 comentario:

Leni dijo...

Un hermoso homenaje Jose.
Un reencuentro.

Beso