jueves, 4 de junio de 2009

LIBERTAD TEMEROSA, capitulo 2º


En la vida hay momentos que según tomes una decisión o otra, tu vida puede ser  de una manera o de otra, ¿tenemos nosotros el destino, en nuestras manos?, si tuviésemos una movilota, o quizás una segunda oportunidad, la vida no tendría sentido, así que siempre la decisión que tomemos es sin duda alguna la mejor, tener estas palabras siempre en la mente vuestra, apoyaros en vuestras acciones. 

Iba camino al restaurante, solo podía pensar en mi mujer llorando, y en las palabras de nerviosismo de mi amigo, y solo me hacia una pregunta, ¿tenia algo que ver las dos llamadas? Llegue a el restaurante, tan solo había diez personas, los viernes la gente te quedaba poco a comer, ya que los viernes había media jornada, me senté  y pedí un vaso de vino blanco, mire el reloj y solo pasaba cinco minutos de la cita con mi amigo, pero algo raro había en el ambiente, no se lo que era pero  algo raro había, eso hizo que me pusiera un poco nervioso. Un restaurante la gente comiendo, en cambio, no hablaban entres si, era como si estuviésemos en un duelo.

El camarero se ha cerco y me dijo que si iba a comer, yo le conteste que estaba esperado a un amigo, el un poco nervioso me dijo que si iba a tardar, yo le dije que no que llegaría pronto, eso levanto mas la sospecha de que algo no iba bien, ¿Por qué tanta prisa?, ¿Por qué esos nervios?, cuando me estaba haciendo esas preguntas, apareció  mi amigo, traía la cara desencajada, su mirada perdida, el camarero de pie, esperando a que pidiésemos la comida, todo iba demasiado deprisa, el pidió una cerveza,  yo pedí otro vino, me dio un pequeño abrazo, y pude sentir su cuerpo como temblaba, se sentó enfrente de mi,  pedimos de comer, el menú, sin complicaciones, el camarero nos  trajo de beber y  se fue, por fin nos  quedar solos.

El me miro y me dijo Luis, te tengo que decir algo muy importante, hubiese deseado habértelo dicho hace tiempo, pero mi cobardía, me lo impidió. Luís antes de empezar te tengo que decir, que tu mujer sabe que yo me iba a reunir contigo, Luis tengo una enfermedad muy grave, tan solo me quedan  semanas, o días, y no quiero dejar este mundo, sin pedir perdón, a las personas que yo le he echo daño. Luís tus dos hijos, no son tuyas, son mías, tu mujer y yo fuimos amantes, hasta  que me fui de la urbanización, quiero que lo sepas, por que no seria justo que tu no lo supieses, cuando yo me separe de mi mujer, tu mujer se iba a separar de ti, pero ella fue mas cobarde, mi situación económica, no iba  a ser la tuya, por su parte fue muy egoísta, yo hable esta mañana con tu mujer, yo solo quería pasar una hora con ellos, como amigo, no como padre, y tu mujer me lo ha prohibido, y quiero pedirte un favor, y es que tu me lo des, Luis yo  soy el padre biológico, pero el verdadero padre lo eres tu, ellos no necesitan saber nada, tan solo soy un amigo para ellos, Luis cuando vivíamos juntos, yo les veía todos los días, tu mujer me lo permitía, pro ahora se a negado.

Yo estaba en una nube, no me podía creer lo que el me estaba contado, me dice que le quedan unos días de vida, y que mis hijas no son mis hijas, ¿querrá todo lo que estaba sucediendo?, yo le mire  a el y le dije que volviese a decir nada de mi mujer, ni de mis hijas, que el único padre de ellas era yo, no el, que todo era mentira, y si se iba a morir que pidiese perdón a dios no a mi. Me levante automáticamente de la mesa, mire a mi alrededor, y como una imagen ralentizada, iban sucediendo dentro de mi las imágenes que había a mi alrededor. Todo eso me estaba provocando un fuerte estrés,  le dije a Luis que iba al servicio, que no se fuese, en ese momento, mi móvil sonó, mira quien era la persona que me llamaba, era mi mujer, y decidí  apagarlo, no me sentía con ánimos de hablar con ella.

Entre en el servicio, mi vida estaba cambiando en segundos, mi mente estaba bloqueada, no sabia si salir o quedarme allí, no sabia que hacer, me lave la cara, mis piernas estaban temblando, si sabia que se iba a morir, ¿Por qué me a tenido que contar todo esto?, ¿solo para que yo le perdonara o por venganza hacia mi mujer? En ese momento entro un hombre, su mirada estaba perdida, el me miro, yo le mire y me sorprendió una cosa, y es que me hizo un chequeo, me miro de arriba hacia abajo, su mirada me dio miedo, era una mirada fría, calculadora, miedo eso fue lo que sentí mucho miedo, entro en un lavabo, tiro de la cadena, se lavo las manos, volvió a mirarme,  yo fui a salir y el venia detrás de mi, le sujete la puerta, y salimos del servicio, el siempre detrás de mi.

 Según iba hacia mi mes, vi que estaba vacía, el ya no estaba, le pregunte al camarero, y me dijo que se había ido, que la cuenta ya estaba pagada, me pregunto que si yo también me iba ya, yo le mire a la cara, y sin saber por que mire al hombre del servicio, se había sentado, justa  en la mesa  que había al lado de la mía, le dije que no que no me iba, que me pusiera otro vino, y volví a sentarme, nada mas decir esto entraron en el restaurante dos hombres, se quedaron mirando a todos, los que estábamos allí, volvieron a salir, el camarero se puso mas nervioso, y lo que mas me extraño fue que tan solo había un camarero, dentro y fuera de la barra.

De nuevo volvieron a entra, `pero esta vez iban acompañados de otros dos hombres mas y una persona en medio de ellos, eran como si estuvieron protegiendo a esa persona, se sentaron el en una mesa y los cuatros en otra, pero no dejaban de mirar a las personas que estábamos a su alrededor, lo que si sucedió fue que nada mas entrar, el restaurante cobro vida,  habían dos camareros, no pasaron mas de cinco minutos, cuando o decidí irme del restaurante, cuando me iba a poner de pie, el hombre que me había encontrado en el servicio, se sentó, y en  chapurreando el español me dijo que ni me moviese, me miro, su mirada se fue hacia el hombre que estaba solo, desde mi mesa se veía mejor que desde la suya, vi como se metía la mano en la chaqueta, vi como  agarro una pistola, en ese momento se levanto, se fue a por se señor, y vació todo un cargador en  su cuerpo, los guardaespaldas no les dio tiempo a reaccionar, uno de los camareros, saco una metralleta, y al igual que el empezó a disparar a los cuatro guardaespaldas,  los cinco cayeron al suelo, en ese momento el camarero, puso otro cargador, yo me tire al suelo, el se puso a disparar a todos los asistentes, la gente por el suelo, me tape la cabeza con las manos, vi como se iban y justo antes de salir el ultimo de ellos, saco de su bolsillos, una granada, nos miro a todos, y sin ningún remordimiento la tiro dentro del restaurante, empezó a dar botes, yo me volví a tapar mi cabeza con mi manos, y a continuación un fuerte ruido, una explosión y el silencio se hizo a mi alrededor.

Continuara 


1 comentario:

Diamante de sangre dijo...

Cierto Pepe, tenemos el destino en nuestras manos, además las consecuencias son imparables, debemos tener cuidado y pensar un segundo antes de actuar, para que ls mismas sean buenas.
Un besazo
pd: jajaja, con tantas secciones no doy a basto, jajaja, muaksssssssss