Después de conocer la Torre del Oro pudimos ver que la plaza de toros La Maestranza, estaba muy cerca así que nos dirigimos hacia ella, eran ya las cinco de la tarde, y os recuerdo que empezamos andar sobre la una, llegamos a la plaza y decidimos entrar, creo que nos costo por personas no mas de cinco euros, es una visita guiada, nos metieron dentro de la plaza, y nos explicaron que la plaza, para que los críticos del toro, se llama la Real Maestranza de Sevilla, la guía nos explico su historia, en fin si la veis en Internet os vais a enterar mejor que si yo la explico, tan solo un dato, nos dijo que la plaza tardo mas de ciento veinte años en construirse, y de echo tenia razón , la plaza seguía en obras., nos llevaron a una exposición de fotografías, al museo, y a la capilla, bueno tengo que decir que la excursión fue un poco rápida, pero quien no visita la plaza de toros, mas importante del Sevilla, (broma), un dato es la segunda mas antigua del mundo, la primera es la de Ronda, así que si vas a Sevilla visítala, quien te dice que no te encuentras a alguien famoso, visitándola, eso fue lo que les sucedió a los visitantes, que fueron esa tarde, pudieron contemplar la plaza de toros junto a mi.
Salimos de noche de la plaza y nos dirigimos al hostal, llevábamos mas de siete horas caminando, Elena mi mujer quería ir ha un sitio de baile latinos, llegamos al hostal, decorad que todo lo hacíamos andando, según veníamos de la plaza de toros, causalmente vimos una administración de lotería y me acorde de la gitana, de Maria pase y pregunte si tenia, un 59, y si lo tenían compre cinco decimos que me encargaron, cuando íbamos al hostal, justo al lado, llegue a oír una conversación de dos matrimonios con niños, uno le dijo al otro, esta cerrado, vamos a quedarnos para cuando abran, ser los primeros, yo me quede con la conversación, al llegar al hostal, se me había olvidado comprar otro décimo, salí y a la vuelta vi que ya estaba lleno, nos arreglamos y nos pusimos guapos, una buen ducha y al salir Elena me pregunto que donde íbamos a cenar, y se lo conté, nos acercamos y pudimos comprobar que estaba lleno a rebosar, ha un así nos metimos dentro el bar se llama CATEDRAL DE SEVILLA, en la avenida de la constitución, había mas de cinco camareros sirviendo, y pude escuchar ¡¡al fondo hay sitio!!, allí nos metimos los dos, pero apenas había sitio, pero mira por donde había una mesa que se estaban yendo, Elena se subió, tengo que decir que el bar parecía una plaza de toros, con asientos de cerámica, unas mesas según entras a la derecha y unas escaleras que no se donde iban, elena se sentó y yo pedí dos cervezas muy fresquitas.
El camarero nos recomendó un plato de tapas, siete en total, y tambien pedí una oferta un plato de jamón de pata negra, me pregunto por mi nombre, estuve a punto de decirle pepe, pero le dije José, me dijo súbete que yo te llamo, me subí las cervezas, nos sentamos que frió, justo en esa mesa daba el aire acondicionado, pude ver que mas arriba se iban un matrimonio, y nos subimos, cuando de pronto oigo un grito ¡¡¡¡ joseeeeeee!!!!, era a mi, baje hay estaba el camarero con el planto de tapas, empezamos a comer joer que ricas estaban cuando de pronto otra vez ¡¡¡¡joseeeeee!!!!, sabia que era a mi baje a por el plato de jamón, si las tapas estaban buenas el jamón ni os cuento, otras cervecitas y nos fuimos a buscar la sala de salsa, estaba al lado de la torre del oro. Otra vez al ayuntamiento, antes de llegar a la catedral bajamos por una calles y salimos a la plaza de toros, subimos un poco y no encontrábamos, la sala nos fuimos a un sitio que vi yo al lado del puente de triana , tampoco encontrabamos , otra vez al la torre del oro, dos horas andando, en busca de algún sitio donde tomar algo, y nada, nos íbamos al hostal y decidimos preguntar a una chica, y nos indicaba con la mano izquierda y nos decía a la derecha, no se por que pero se pudo nerviosa, vaya Sevillana, estabamos cerca del hostal Elena se quería cambiar de zapatos volvimos preguntar a otras sevillanas, y esto ya fue la monda, no pude impedir de dar una carcajada, después de casi tres horas buscando algún sitio para tomar algo, la Sevillana nos dice, con su acento sevillano, “si pero no se explicarte, bueno si, te lo voy a decir, bajas esta calle, asta abajo, luego a la derecha y luego a la izquierda, callejeas por unas cuantas calles mas, y luego preguntáis allí, seguro que llegan, ustedes callejean, y encontraran algo”, no pude impedir reírme, nos fuimos al hostal, le preguntamos al guarda, era un chico de color, si le decía que mi habitación era la trescientos veintitrés, si me entendía, pero si le decía la tres veintitrés, ya no me entendía, pero mira por donde el nos dijo que en la misma plaza del ayuntamiento había un sitio para tomar una copa, nos fuimos otra vez al ayuntamiento eran ya las doce de la noche, había un Púb., y ¿sabéis como se llamaba la calle? ¡¡era la calle Madrid!!, el hotel Inglaterra, nos sentamos pedimos dos Ron con coca cola, y pudimos descansar los pies.
La noche Sevillana es muy húmeda, al salir me dio una tiritera, menos mal que estabamos al lado del hostal, ha tan solo cinco minutos, eso si estuvimos mas de tres horas, buscando un sitio, siete horas de visita, mas tres o cuatro por la noche, llegamos al hostal reventados, pero tengo que decir que siempre se puede hacer un hueco, para todo. Al día siguiente a las ocho y media nos levantamos, nos pegamos una buena ducha, y como nuevos, ¡¡y un jamón!!, Elena estaba reventada, joer que genio tiene por la mañana, salimos a desayunar, el precio del hostal estaba incluido, el desayuno, yo me comí unos churros, con chocolote riquísimos, Elena pan tostado con mantequilla, subimos al hostal, y después nos dirigimos al los Reales Alcázares, apenas había gente así que entramos, la entrada nos costo quince euros, Elena busco a un guía, diez euros mas, pero una cosa os recomiendo que entréis con un guía, es la mejor forma de enterarse de todo
Contiunara
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