lunes, 13 de abril de 2009

MI SECRETO CAPITULO 8







Al llegar a Madrid, lo primero que hice, fue irme a la sierra, mis padres tenían una finca allí, llame a mi madre para decírselo, y preguntar por mi padre, ella me dijo que mi padre estaba muy enfadado, que solo hay una vez en la vida en la que se puede tener una recepción, con el papa y que yo me la iba a perder, pero que ya hablaríamos cuando ellos volviesen.

En la vida ha veces, podemos cometer  errores, una vez sabiéndolos y otras no, pero yo lo cometí sabiéndolo, no podía dejar de pensar que todo el mundo sabia de mi y yo no sabia de nadie, y eso me daba mucha rabia, pilar podía haberse puesto en contacto conmigo, en cambio no lo hizo. Mi madre también lo sabia, y yo no dejaba de preguntarme, ¿por que nunca me lo dijo?, ¿por que espero asta el final? Yo tenia en mis recuerdos a pilar, como algo tan bonito, ella fue mi primer amor, y al volverla a ver, mis sentimientos, de nuevo renacieron dentro de mi, pero había algo que no entendía y fue su frialdad, o eso yo pensaba, años mas tarde averigüe el por que.

Como decía al principio, yo me equivoqué, no dejaba de darle vueltas mi situación, por un lado estaba pilar y por el otro estaba Manuel, trataba de convencerme a mi de que lo mejor seria casarme con el, y tener a pilar en mis recuerdos de adolescente, pensar que tan solo fue una pequeña aventura de una niña. A lo largo de mi corto noviazgo con el, tan solo habíamos hecho el amor una pocas de veces, y e de reconocer que sentí placer, no el que pilar me dio, y eso era lo que me confundía, jamás tuve relaciones con otra mujer que no fuese ella, quizás algún tonteo, pero asta el punto de hacer el amor no, eso no, solo lo hice con pilar.

Fue el pero fin de semana en muchos años, de lo que yo desdiese, en ello iba a estar mi futuro. Cuando me desperté el lunes en mi casa, mis padres ya estaban allí, recuerdo que esa mañana, mi padre no me dijo nada, quizás por que mi madre ya le pudo comentar algo, eso es lo que yo pienso, por que nunca tuve una conversación, con mi padre de lo que ese fin de semana sucedió. Un día tuve la ocasión de poder hablar con el, decirle que yo solo tenia un padre y que era el. Como bien me dijo mi madre que entre los dos formaban una sociedad, eso me hizo pensar que yo fui trato de algo de entre ellos dos, jamás lo supe, pero lo intuí, jamás mi padre me reprocho lo que sucedió en roma.

Nada mas pasar una semana, y después de hablar con Manuel, tomamos la decisión de casarnos, el se sintió presionado por mi, pero tenia que tomar la decisión o casarse o dejarlo, otro error de mi vida. Nuestras familias lo organizaron todo en tan solo dos meses, Manuel y yo nos casábamos. Desde que estuve en roma, ni una solo llamada, de pilar y eso me enfurecía mas ha un, yo hice un intento de hablar con ella, pero cada vez que la llamaba o estaba rezando o no estaba en el convento y eso que decía quien era y que por favor me llamase, pero no recibía esa llamada que me hiciera cambiar todo, e incluso la boda.

A tan solo una semana antes de casarme, estando en mi casa, en mi habitación, mi madre me dijo que tenia que hablar conmigo, ella me invito a dar una vuelta y nos fuimos andar por Madrid, entramos en una cafetería, ella se sentó enfrente de mi, pedimos unos refrescos, guardo un momento de silencio, el camarero se fue, y mirándome a los ojos me dijo. Esperanza, la semana que viene te casas con tu novio, y me gustaría saber si lo que vas hacer es lo que tú realmente deseas hacer, todavía estas a tiempo de deshacer todo, yo ya lo explicaría, tu por eso no tiene preocuparte, yo miraba a mi madre y era la primera ver que ella me hablaba a si, yo la pregunte por que me hacia esa pregunta, y ella me dijo que si me lo tenia que explicar, yo la dije que no, que no hacia falta, pero que ya estaba tomada la decisión y no había por que cambiar nada.


Tan  solo quedaba unas horas, para casarme, yo siempre escuche que  ese día era el día mas feliz, para una mujer, en cambio, yo no sentía nada especial, era sábado por la mañana y nos casábamos en los jerónimos de Madrid, tan solo quedaba dos horas, todo el mundo estaba, muy nervioso, menos yo y eso si que era raro, mi madre me decía que me tomara una tila, yo la meraba y la decía que se lo tomara ella; años mas tarde supe que cuando alguien se casa e invita a personas tan importantes como las que vinieron a mi boda, entre ellas varios miembros del gobierno, tenéis que recordad que mis familia eran y lo son, muy influyentes en la alta sociedad española, y eso a mi madre le Polonia muy nerviosa ya que los temas de sociedad los llevaba mi padre.

Si es cierto que ya cuando mi madre me dijo que ya estaba el coche abajo esperándome, en ese momento si me puse un poco nerviosa, pero solo fue en ese momento, nada más, o eso era lo que yo pensaba. En mi casa era un ir y venir de mucha gente, tíos, tías, primos, y gente que hacia un montón de años que lo las veía, yo le pedí a mi adre que no tratase de presentarme a todo el mundo que ya en la recepción, tendría tiempo de verlos. Alguien me dijo que solo quedaba una hora, y que nos tendríamos que ir en menos de treinta minutos, yo a esa persona no la conocía , pero ella se presento como la directora de eventos, que la persona que yo conocía,  se había puesto indispuesta.

Entro mi padre, para decirme que ya estaba listo que cuando yo quisiera ya nos podíamos ir, yo le dije lo que me habían dicho, que teníamos treinta minutos, el me dijo que me esparva en el jardín, se acerco a mi me dio un beso y me dijo lo guapa que estaba, yo le di un abrazo, y le dije que el también lo estaba, mi padre era una persona que guardaba mucho las distancias e incluso con sus hijo, quizás provocado por una educación que el recibió.

Alguien toco a la puerta, me estaban dando el ultimo retoque,  le dije que podía pasar, y sin mirar, sentí como la puerta se abrió, y en una voz muy bajita, escuche una voz que yo recordaba, buenas tardes me dijo, yo mire a ver quien era y mi sorpresa fue al ver quien era; era pilar. Yo me quede sin palabras, pilar estaba de nuevo donde la deje por ultima vez en mi casa, en mi habitación. Yo le dije a la chica de compañía que nos dejase a solas, una vez que ella se fue, vi que pilar nos e había movido del sitio, ella cerro la puerta y nos quedamos las dos solas, ella se acerco me dio un fuerte abrazo, yo no sabia si besarla o decirla que se marcharse, jamás había venido a verme y justamente lo hace el día en que iba a casar.

Continuara 





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