miércoles, 6 de mayo de 2009

MISTER CUARENTON capitulo 7



Tres horas mas baliando, ya estaba descalzo, y ellas hay aguantado, iba por  el octavo cubata, ¡¡joder!!, coño que ya sabia bailar el merengue, creo que ella era la jefa de todas, o por lo menos eso pensé yo, ya que nadie e me acercaba a mi, tan solo ella, y se daba unos restriegas conmigo, a mi ya me daba igual, las cinco de la mañana, paco se había ido ya, creo que con dos de ellas, y el jodio se iba contento, a mi ya me daba todo igual, ¿Qué mas me podían hacer la abuela?, yo ya bailaba solo, rumbas, sevillanas, y mas merengues y mas cubatas, ¡¡ viva el vino y las mujeres!!, y que nadie se ría pero di un grito en medio de la pista, ¡¡coño!!, empezaba a pasármelo bien, la abuela no dejaba de decirme lo bueno que estaba, y yo ya me lance, pusieron un pasodoble, me acerque a ella ,la agarre,  por la cintura, la di un beso y la dije, con mi voz que ya estaba trabada, de tantos cubatas, ¿abuela me permites este balie?, ella me dijo que si  y pista va, pista bien, ¡¡vaya paso doble que nos dimos!!.

Era las seis de la mañana, y empezaron a tocar, ¡¡ vamos a la cama que hay que madrugar, que mañana es lunes y hay que trabajar! ¡¡Y una mierda! dijo ella, aquí no se acaba hasta que yo lo diga, y gritando de nuevo, dijo, ¡¡a por los churros!! Nos fuimos siete abuelas y yo, solo yo, la camisa por fuera de los pantalones, la chaqueta desarmada, buscando los zapatos, borracho perdido, pero eso si, seguía siendo el mismo, el mas guapo e inteligente de toda la sala. No se si había ligado yo, o me habían ligado a mí, hacía un montón de años, que no salía yo con siete mujeres, de una discoteca, eran mayores, pero eran siete y eran mujeres.

Bueno la que liamos en la cafetería, fue un fieston, debo de reconocer que hacia tiempo no me reía tanto, ya quedaba muy poco par que saliese el sol, yo le pregunte a la abuela que era lo que les hacia estar tanto tiempo en pie, ¡¡mierda!! Para que preguntare cosa así, ella se me acerca, tan cerca que si abre la boca me come, entero, y me dic, lo que me mantiene despierta eres tu guapetón, acojonado me dejo esa contestación. Pero una vez me tomase los churros yo salía corriendo de allí, ellas pidieron la cuenta, es decir que yo no pague nada en toda la noche. Pensé este es mi momento ahora me levanto, disimulo, y me las piro, eso creía yo, me levanto, y me sujetan, por la cintura y me dicen todas. ¡¡Dónde vas!! Falta el ultimó brindis, ¿el ultimo brindis?, el camarero venia, con unos vasos de chupitos, y una botella de anís  del mono.

¿Anís?, pregunte yo, la abuela que estaba a mi lado y que por cierto, no dejaba de meterme mano, me dijo ¿que e una despedida, sin unos chupitos de anís?, el primer trago lo pase bien, el segundo, algo peor, yo le decía con mi media lengua, ¿no estaréis tratando de emborracharme?, pero ¡¡joder!! Ellas bebían como una cosacas, en un momento trate de levantarme, peo algo me lo impidió, ¡no podía mover las piernas!, algo no iba bien, las abuelas eran ahora mas, o eso me parecía a mi, me agarraron y me dieron otro cupito de anís y ella insistían en que pronunciara, unas palabras, con un esfuerzo sobre natural, me puse en pie, tome un chupito y justo cuando iba a pronunciar las palabras, el bar. Empezó a darme vueltas, las abuelas eran ahora mucho mas, la mesa se movía, y vi el suelo muy cerca de mi cara.  
 
Lo que viene continuación es secreto del sumario, prohibido reírse. Abrí los ojos y todo estaba a oscuras, estaba en una cama, me dolía un montón la cabeza, apenas me desperté empecé a recordar algo, y lo primero que fue era que tenia que matar a paco, lo segundo ya me acordaría, trate de incorporarme, pero la verdad es que no podía,  había un silencio, que daba miedo, pero la verdad es que estaba muy a gusto, de pronto sentí como algo se movía en la cama, empecé a parpadear, alguien estaba conmigo en la cama, entonces me di media vuelta y también había otra persona, ¿Quién podía estar conmigo en la cama?,nada  mas pensar eso, siento que me abrazan, y me dicen ¡¡hay tigre mió!!, ¿tigre mió?, ¡¡¡joder quien era esa mujer!!!, ¿Qué era lo que había pasado?, empecé recordar y me estaba entrando miedo.

 Trate de salir de la cama como pude y lo iba a intentar salir por el medio, pero otro brazo me rodeo por la cintura, y de nuevo otra voz, ¡¡leoncito, como me gusta que me gruñas! ¿coño  de tigre a león?, escucho una voz que dice , levanta con el mando la persiana, la luz empieza a entrar en la habitación, el dolor de cabeza cada vez mas fuerte, mi boca que sabe anís, y mis temores cada vez eran mas mayores de lo que se me venia encima, empecé a ver dos siluetas, una a cada lado, yo tapándome la cara con la sabana, empecé a tocar pies en total con  los míos eran seis, yo rodeado de brazos, uno donde no lo voy a decir, pero estaba mas debajo de mi cintura, agarrado fuerte, mis piernas temblaban, la luz era cada vez mas clara, y ¡¡¡joder!!!, había pasado la noche con dos abuelas, ¡que era de felicidad tenían las dos, una era la del hiper, y la otra la de los ojos azules, y los labios, rojos, estaban desnudas, yo estaba desnudo, en ese momento reconvertí en el hombre rana, si rana y fue por el salto que di, me levante me puse enfrente de ellas, como mi madre me trajo al mundo, ¡¡desnudo, yo las veía a ellas desnudas, mirándome y con una cara de felicidad enorme. 

Yo no sabia que hacer, solo las preguntaba ¿Qué habéis echo conmigo?, y las muy pillinas,¡¡huy!, ¿es que no te as enterado?, de todo te hemos echo de todo. Trate de busca mi ropa, y una de ellas pretendía levantarse y de un grito la dije,¡¡¡ si te levantas te tiro por la ventana!!! Ella me dijo muy bien cielo mió lo que tu me pidas, y de un salto se levanto, y no ella si no las dos, imaginaros la escena los tres desnudos, mire muy rápido a toda ala habitación, estábamos en un hotel, mi ropa estaba tirada por el suelo, la de ellas también, agarre mis pantalones, la camisa ,los zapatos, es decir todo lo que pude  para vestirme y me encere en el cuatro de baño, me metí en la ducha vamos, entre y salí, empecé a vestirme y escuchaba a través de la puerta como hablaban con alguien, estaban pidiendo el almuerzo, mire el reloj y era las tres de la tarde.

Decidí tener fuerzas y salir, era tan solo un tramite, no mirar y salir huyendo, ¡¡y una mierda!! Si alguien se piensa que era así de fácil, que siga leyendo. Salgo de la habitación, y ¡joder!, menos mal estaba vestidas, sonrientes pero vestidas,  le dije que me quería ir, y me dijeron que de eso nada, que no me preocupase, pero que habían pedido comida para los tres, que después del esfuerzo sobre natural, que tenia que alimentarme, yo las dije que no me diese datos, que no hacia falta, la vedad es que tenia un poco de hambre, y fue pensar eso y tocaron a la puerta, ¡¡joder que tres platos!!, ves tontarrón me decían, anda y como un poquito, repón fuerzas, vale les dije yo pero sin tocar, yo como un poco y me voy. Ni dos bocados, ni tan siquiera eso, suena la puerta, ellas dos se miran, me miran a mi, y una de ellas le pregunta a la otra, ¿esperas tu a alguien?, no contesta esta, pues ve a ver quien es.

Dicho y echo se levanta  y pregunta ¿quien es?, rosa ¿eres tu?, se escucha una voz decir, rosa era la del hiper, la que estaba sentado a mi lado, esta  que se pone blanca, y le empieza a temblar las manos y grita, ¡¡mi marido!!, yo la miro y digo ¿tu marido?, la otra dice si tu marido, las dos me mira a mi ¿¡¡coño!!, por que me miran a mi?, escóndete, ¿yo?, que me esconda, y ¿Dónde me escondo?, en la azotea, mi marido tiene vértigo y hay nunca mira, ¿joder es que no es la primera vez?, ellas me miran y me dicen con cara de no haber roto ningún planto, no, no es la primera vez.

¡¡joder!!, estaba con unas viciosas, me levante y  salí al balcón, ¡¡mierda!!, estaba en un séptimo piso, ¡¡joder que altura, el marido de rosa entro muy enfadado, ellas le decía que no tenia motivo, que estaban solas, el empezó a mirar por toda la habitación, menos mal que no miro por la ventana,, ¡vamos recoger todo que nos vamos de  este hotel, ella empezaron a recoger todo, ¡ya esta ellas se piran yo salgo y aquí no a pasado nada, o eso era lo que yo pensaban, la puerta de la terraza estaba entre abierta, ellas ya habían salido de la habitación, cuando de pronto escucho una voz del marido, ¡espera!, os habéis dejado la ventana abierta, entro de nuevo y de un golpe la cerro, a continuación silencio, mucho silencio, deje pasar unos minutos, quise salir pero no podía la ventana estaba cerrada por dentro, ¡¡¡mierda!!!, me habían dejado  fuera, ¿Qué mas me podía suceder?.

Continuará   



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