jueves, 7 de mayo de 2009

MISTER CUARENTON CAPITULO Nº 8



 Dos horas, las rodillas, ya  no  aguantaban mas, estaba empezando a marearme, eso parecía mi fin, era un castigo, divino, ni tan si quiera ya recordaba por que estaba allí. Sentí un ruido la  puerta se abrió, y como si de un ángel se tratase ella estaba allí, un ángel, que guapa, ella trabajaba en el hotel, con una sonrisa, me dijo, ya puede usted salir, yo trate de no caerme las piernas me temblaban un montón, me sente un poco en la cama eran ya las seis de la tarde, ella se presento se llamaba Maria, eso me dijo, yo la miraba de arriba abajo, en un momento que ella se despisto, ¡¡joder que buena estaba!!, ella me dijo que tenia que salir de la habitación, le pregunte que como me habían encontrado, me dijo que la abuela le había dado orden de que me viniese a buscar, a las dos horas, ¿eso te dijeron?, ella con la cabeza me dijo que si, ¡¡como las odiaba!!, y su marido se a enterado de algo, ¿marido?, si las dos son viudas, son clientas de este hotel desde hace ya bastante tiempo. 

Empezamos a bajar por el ascensor, ella me  miraba con cara de picardía, ¡¡que ojazos!! Que cintura, que buena estaba, no podía perder una ocasión así, se que la contestación iba a ser negativa, pero era sábado, y tenia que intentarlo, por el refrán ese, sábado sabadote sin amigos, mejor se mete. Como te llamas, Maria ya te lo dije, es vedad que despistado soy, ¿tienes que hacer algo esta noche?, ella se sorprendió de mi pregunta, ¿Quién yo?, me dijo yo de nuevo la dije que si, ella me miro, tres segundos y me dijo, me invitas a comer?, si y antes de que dijese nada, si pero donde yo te lleve , vale me dijo ella ¿A dónde me vas a llevar?, no lose a que hora sales de trabajar, en una hora me dijo ella, a las ocho de la tarde, vale a esa hora estoy aquí.

Tenia claro que estaba vez yo era el que iba a llevar la iniciativa, no quería que saliese nada mal, ¡¡por fin una chica normal!!, estuve buscando restaurantes e tres tenedores, para ser mi primera cita no estaba mal, encontré un restáurate  jampones, una vez me comentaron que se comía muy bien, y me pareció buena idea, busque en las paginas amarillas, llame e hice una reserva, me fui a casa me cambien, esta vez nada de sorpresas me puse unos vaqueros, y una camiseta, ahora parecía tener ni treinta años seguía siendo el mas guapo e inteligente, y esta vez con una chavala muy guapa, eran las ocho menos cinco minutos y hay estaba yo, con un ramo de flores, joder lo que cuesta un ramo de flores ¡¡quince euros!!, eso si eran tres rosas preciosas, le dije al dependiente que le pusiera mucho verde, así parecía mas grande, el ramo

¿Tienes coche? me dijo, si pero esta noche tenemos chofer, ¿chofer? Me dijo si  corazón, ¡¡taxi!!, grite yo, ella se echo a reír, la noche iba muy bien , pero que muy bien, todo parecía que se iba solucionando, ella me pregunto donde la iba a llevar a cenar, la dije querrá un secreto, pero que pronto lo sabría, por fin llegamos al restaurante, yo me baje, le abrí la puerta, por que yo soy un señor, pero un señor guapo e inteligente, ¿un restáurate japonés?, me dijo ella, yo me asuste la dije que si no la gustaba. ¿Qué si no me gusta?, me encantan, se me acerco y me dio un beso en la mejilla, ¡¡coño todo perfecto!! La noche iba de maravilla, asta que entramos en el restaurante, se me acerca el camarero y en jampones me dice señol, no tenel chaqueta, yo le digo se dice  tener, no tenel, pues no tengo chaqueta, ¿y que?, tenel que ponerse una chaqueta, para podel pasal al restaurante, joder este japonés me iba a joder la noche, venga tráeme una chaqueta, el me mira, me trae una chaqueta, ¡¡jode me esta grande!!, solo una talla, no mas solo tenel una talla, me dice, ¡¡vale, vale!!, esta bien me la pongo, muy bien pasal al restaurante.  

Después d diez minutos, por fin estábamos dentro, nos sentaron en una mesa, bueno algo parecido a una mesa, había una plancha en medio y la mesa hacia una especie de u, nos sentamos, yo estaba sediento, y le dije que me trajera una cerveza ya a Maria otra, el camarero se vuelve y nos dice todavía, no servil, esperal un poco, ¡¡coño que genio tenia ese camarero, veo venir a dos matrimonios hacia nosotros, el camarero delante, y nos dice que se va  a sentar con nosotros, yo le digo que esa mesa estaba reservada, el camarerote los cojones, me mira y ¡ otra vez!, la mesa es de seis, de dos no habel, ¡¡vale, vale!!, joder con el tio, Maria me mi y se empieza a reír, jorgito, guapetón, me dice  en la mayoría de los restaurantes japoneses, la mesa es compartida, ¡¡coño!!, Maria habérmelo dicho antes, se sentaron a nuestro lado y veo que uno de los abuelos, ¡¡coño!!, se le queda mirando a Maria, tan descaradamente , que me levanto y le digo, abuelo que se va a dar con la esquina, mire por donde, este atento, el tio me mira y me dice el muy jodio, no si ya se a donde miro, y yo a las tetas de Maria, eso lo pensé , no lo dije.

Empezábamos bien la noche, un viejo verde queriéndome levantar a mi chica, ¡¡y una mierda!!, que se quede con su mujer, que joder, era mas vieja que el nodo, eso si era muy guapa, ¡¡ostras, le estaba piropeando a una abuela!!, rápidamente mire a Maria y volví a la realidad, bueno ¿y aquí cuando traen las cervezas?, na, de na, a  los diez minutos, se presenta un japonés de casi dos metros de altura y mas de cien kilos, me cago en la leche, y un cuchillo en la mano, yo pensé, ya esta yo protestando y viene a echarme de aquí, se pone enfrente y se pone a dar gritos en su idioma, yo le di a Maria la mano por debajo, ella me miraba, yo estaba acojonado, se saca otro cuchillo, empieza a rozar los dos como si fuesen espadas y si antes gritaba ahora mucho mas, yo pienso ¡¡joder!!,¿ y todo esto por una cervezas?, el tio se calla, empiezan, a salir japoneses por todos los lados, y igual que el o mas grandes, y yo ya empecé a rezar, de aquí no salimos vivos.

De pronto se calla, los demás se paran, hacen una reverencia, y todo le mundo se pone aplaudirles, había sido un espectáculo, ¡¡joder!! Que susto, Maria me mira y me dice, ¿es la primera vez que bienes aun restaurante japonés?, la primera y la ultima, coño si casi me meo encima, ella se partía  de risa. De la mesa sale una plancha, y un cocinero, se pone a sacar comida cruda, ¡¡iba a cocinar allí mismo!! Y yo mas seca que la mojama, veo venir al camarero, con la bebida, nos pone un baso de chupito, y un vino, le pregunto, ¿no hay cerveza?, el camarero, me mira, el cocinero se para, ¡¡vale, vale!! Bebo vino. Yo que le doy un trago a ese baso, ¡¡coño un vino de cien grados!! la garganta se me abraso, el  cocinero empezó a echar comida a la plancha, yo con una chaqueta que era dos tallas mas grandes que yo, un calor, que no lo aguantaba, y yo estaba seco muy seco, y  el jodio del abuelo que no le quitaba los ojos de las tetas de Maria. 

Aquello  echaba humo, mucho humo, el sudor empezó hacer presencia en mi, yo ya no podía aguantar mas, la abuela que se arrimaba a mi cuando me despistaba un poco, el japonés echándome la comida y diciéndome  tu comel, tu comel, ¡¡dios que mareo!!, veo que siente lastima por mi y por fin me traen una Cervera, un poco rara, pero era una cerveza, me pongo a beber, a beber mas, y siento algo que se me mete en la boca, ¡¡una lagartija!!, había una lagartija, dentro de la cerveza, ¡¡dios que asco, y lo pero de todo es que aquel viejo no paraba de reírse y de mirarles las tetas a Maria, estaba muy quemado, pero que muy quemado, estaba apunto de estallar, pero algo sucedió que me calmo, Maria me estaba dando un masaje en mis piernas, yo la miraba y ella me sonreía, ¡¡por fin algo grato!!, yo sabia que soy el mas guapo e inteligente, pero, ¡¡joder!!, con Maria me estaba metiendo mano, yo pensé esto le pone, y me esta poniendo como a un toro, ahora era yo quien la miraba las tetas, madre mía como me estaba poniendo.

En esto que ella esta liada, y  el cocinero, nos sirve mas comida y nos llena los vasos, de licor, y dice que tenemos que brindar, ¡¡ahora!! Le digo yo, joder con el masaje de Maria, ¡dios!, que cachondo me estaba poniendo, en eso que me fijo, Maria tiene en una mano un tenedor y en la otra un cuchillo, la veo que esta partiendo, el langostino, siento que me sigue masajeando ,yo cada vez mas cachondo, ¡¡coño!!, ¿Quién me esta metiendo mano, si Maria no es?, ¡¡¡mierda la abuela!!!, yo miro a Maria, ella me mira a mi, me pregunta si me pasa algo, yo la digo,¿es que me tiene que pasar algo?, la digo yo, ella me dice no, pero es que estas muy colorado, como para no estarlo, tenia el cincel como una estaca, y había sido la abuela, yo la miro, ¡joder!!, que cara de felicidad, tenia la abuela, ella me mira y me guiña un ojo, me levanto, de un salto, aquello que se notaba un montón, me tapo con la chaqueta, menos mal, que tenia aquella chaqueta, tan grande, me voy al servicio, empiezo a mojarme la cara con agua fría, aquello que no baja, ¡¡joder!!,  la abuela me había puesto como un toro.

Continuará 

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaja..pobre jorgito,con lo bien que empezó.Esta superdivertida la historia Pepe...besitos.
AnA