miércoles, 3 de junio de 2009

LIBERTAD TEMEROSA capitulo 1º



Una mañana de frió invierno, un día como otro cualquiera, acaba de dejar mi casa, antes me había levantado, hice un poco de deporte, en mi pequeño gimnasio, me gusta mantenerme en forma, mi mujer estaba en la cama y mis dos hijas, durmiendo, ellas se levantaban mas tarde, después de hacer un poco de deporte, desayunaba, una pequeña ducha, mi traje y para el trabajo, un día como otro cualquiera.
 
 Ese día era viernes, un día de ataco, mi trabajo era de administrativo, en una compañía financiera, un trabajo muy aburrido, pero bien pagado, eso me permitía vivir cómodamente. Desde mi casa al trabajo, había  treinta kilómetros, yo vivía fuera de la ciudad, atascos y mas atascos, pero merecía la pena una vez en casa la tranquilidad recompensaba lo otro, y además mis hijas  estaban mucho mejor en ele campo que en la ciudad. Mi matrimonio era un matrimonio como los miles que hay, mi mujer y yo llevábamos mas de quince años casados, estábamos muy enamorados, dos hijas preciosas, mi mujer una mujer de casa, ella dejo de trabajar para estar mas tiempo con nuestras hijas, para formarlas en una educación mas familiar, la mayor tiene nueve años, y la pequeña siete, un pacto que hicimos los dos, fue que cuando pudiesen ir al colegio, ella volvería a su antiguo trabajo de profesora, en la urbanización donde vivíamos, daba clases a los niños que iban un poco mal en los estudio, y aparte de que a ella le recompensaba económicamente, no perdía el ritmo de trabajo.

Estando en medio de un gran atasco, recibí una llamada de un amigo, la verdad es que hacia mucho tiempo que no hablaba con el, y su llamada sorprendió, por dos cosas, la primera, por la hora de la llamada, eran las siete y media de la mañana, y la segunda por hacia mas de dos años que no hablaba con el. Le dije que iba conduciendo, el me comento que estaba en Madrid, y quería verme y si era posible comer juntos, yo le comente que si era algo muy importante, el me dijo que si que tenia ganas de decirme algo desde hacia mucho tiempo, y que había llegado la hora de decírmelo, le volví a insistir que si se encontraba bien, el me dijo que no, pero que eso era lo menos importante. Antes de colgar le di una dirección, donde quedar, era un pequeño restaurante, que estaba al lado de mi trabajo.

Toda la mañana, estuve pensando en las palabras de mi amigo, pero sobre todo en su nerviosismo, eso fue lo que mas me preocupo, trate de hacer alguna rellanada, pero tenia su teléfono apagado o fuera de cobertura. Diez minutos, antes de salir de mi trabajo, le volví hacer una llamada, y seguía igual, fue entonces cuando recibí una llamada de mi mujer, casi nunca me llamaba al trabajo, solo cuando alguna de nuestras niñas se ponía mala, o algo parecido, ella sabia que no me gustaba que me llamasen si no era algo urgente. Mi mujer al otro lado, una voz temblorosa, yo me asuste la dije si a las niñas las pasaba algo, me dijo que no, la pregunte si ella estaba bien, me dijo que si, yo no podía entender que era lo que pasaba, cuando me dijo, no vayas  a la cita de tu amigo, ¿de mi amigo?, la pregunte yo, ¿Cómo sabes tu que tengo una cita con mi amigo?, ella se echo a llorar, y me lo volvió a decir  que no fuese a esa cita, que si la amaba, que la rechazase.

Salí del trabajo, pensando en las palabras de mi mujer, en las palabras de mi amigo, ¿Por qué no tenia que ir a verle?, ¿Qué relación tenia mi mujer con mi amigo?, que yo supiese ninguna, lo cierto es que el hace mas de  siete años, se fue a otra ciudad, el se separo de su mujer, vivía muy cerca de nosotros, nos llevábamos bien, bueno teníamos mucha confianza, pero desde que se separo, el se fue, y se perdió nuestra amistad, tan solo nos llamábamos,  dos veces por año, en verano y en las navidades. Estaba en la calle, el restaurante a menos de cien metros, la palabras de mi mujer, las de mi amigo, tenia que ver que era lo que pasaba, y lo mejor era ir a esa cita, así que decidí ir a comer con mi amigo.

Continuara 

2 comentarios:

Leni dijo...

Espero la segunda parte.

El título ya sugiere...

Un beso

Vicky Cateura dijo...

Lo cierto es que cuando veo una película, o leo un libro siempre imagino el final antes de tiempo, así que mejor esta vez espero a que hagas la entrega de la segunda parte antes de anticiparme.
Un cariñoso beso