martes, 23 de junio de 2009

LIBERTAR TEMEROSA capitulo 10

Nos dirigíamos a mi casa, pero antes de llegar el le dijo al taxista que diese un rodeo, yo le dije que no que le taxi lo había contratado yo, así que me hiciese caso a mi, el taxista de dio la vuelta y para sorpresa mía, era otro de los hombres  que había conocido en el hospital,  no me lo podía creer, acababa de escaparme de unos, para entrar en otros.

Empezó hablar, me dijo que no me preocupase ya que íbamos a mi casa, pero que antes de ir tenia que saber toda la verdad, y que después tomase, la decisión que tomase, tenia que ser sabiéndolo antes. En aquel atentado, o intento de asesinato, todo fue falso, todo fue provocado, para secuestrarme, la intención que tienen contigo es de asesinarte, pero lo podemos evitar, tu tienes que declarar contra mi jefe, es cierto que nuestra organización, no esta dentro de la ley, pero también es cierto que ellos tampoco, en el mundo del espionaje, existen buenos y malos, a veces para hacer un trabajo, hay que hacer cosas, que ningún gobierno, se pueden permitir hacer, hay es donde entramos nosotros, hacemos el trabajo, nos pagan y nos vamos, lo malo es cuando detiene alguno de nosotros, dependiendo del escalafón así, actuamos, pero esta vez la persona detenida es mi jefe, y eso no lo podemos consentir.

Toda esta trama, el único objetivo, es tu declaración en contra de mi jefe, tu le reconoces y ya esta, visto así es fácil. Tu llegaste a ver en el restaurante, como asesinaban al que ahora eres tu, te repito es falso, no estaba dispuesto a declarar, y si no es el nadie podría identificar a mí jefe, lo malo de todo esto es que nosotros le teníamos que asesinar y llévanoslo de allí, una vez fuera le haríamos un cambio de imagen y podría quedar libre, pero todo salio mal, el fue herido, y la granada no podía estallar, pero esa granada fue cambiada por alguien, esa persona a desaparecido, pero sabemos que  a sido encontrado muerto. Una vez esto tu estabas en el hospital, y decidieron cambiar tu rostro, dentro de dos días tiene que declarar delante del juez, tienes una rueda de reconocimiento, y es hay donde tienes que reconocer a mi jefe, pero todo no queda hay.

Al salir del juzgado, tu vas a sufrir un atentado y te van asesinar, una vez que tu as reconocido a mi jefe ya no les vales de nada, y serias un testigo muy peligroso, solo tu puedes salvar tu propia vida, y es no reconociendo a mí jefe, solo así tu te salvarías. Yo después de escuchar todo eso, no me lo podía creer, ¿y si me niego a declarar, y desaparezco?, ¿Qué pasaría?, el se me quedo mirando, miro al taxista, y le dio una orden con la mirada, me dijo que me mantuviera en silencio, miré por al ventanilla, y me alegre un montón, estaba en mi calle, era la urbanización, donde yo vivía.

El taxi se detuvo, justo enfrente de mi casa, fui a salir del taxi, pero el me sujeto, y me dijo que por seguridad de mi familia, lo mejor era no salir, pero que observase , y estuviese muy  atento, después de unos minutos, vi salir a mí hija, la mayor, la veía guapísima, después de mas de seis meses, sin verla, lo único que quería era abrazarla, la puerta seguía abierta, salio mi otra hija, con el perro, ya me acordaba, teníamos la costumbre, de sacar al perro todas las noches juntos, eso quería decir que mi mujer estaba apunto de salir, efectivamente, mi mujer estaba allí, de nuevo intente salir del taxi, y de otra vez me lo impidió, me dijo que esperase un poco mas, cuando, detrás de mi mujer, salía un hombre, el se abrazo a ella y a mi hija la pequeña, ¡¡no me lo podía creer!!.En menos de seis meses, mí mujer estaba con otro hombre.

No me podía creer lo que estaba viendo, le dije que tenia que salir, pero me dijo que esperase a ver quien era ese hombre, se estaba acercando al taxi, las ventanas eran oscuras, no nos podían ver, pero nosotros a ellos si,  mi hija iba un poco adelantada, tan solo estaba asnos metros de ella, la pequeña se adelanto, y mi mujer y ese hombre se quedaron un poco atrás, se pararon, el se acerco a ella y allí, mismo le dio un beso, ¿Por qué me estaba haciendo sufrir?, me dijo que estuviese tranquilo, empezaron andar de nuevo en dirección hacia el taxi, ¡¡¡no me podía creer!!!, lo que estaba apunto de ver, sufrí como un pequeño mareo, era imposible, no podía ser, el hombre que estaba con mi mujer ¡¡¡era yo!!!.

Continuara 

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