Que situación, tan difícil, ¡dios!, estábamos ya de tres meses y medio, menos mal que ya la nauseas, desaparecieron, y de momento me había librado de comprarme ropa, ¡pero si no se si existe!. Unos amigos nos invitaron cenar, un restaurante japonés la verdad, nunca había ido y me llamaba la atención, así que decidimos ir. sebas, me llamo inma, dime corazón, ¿estas enfadado?, estas, son las preguntas que cuando una mujer te dice y sin saber por que, uno nunca sabe que decir, así que le eche valor y la dije, no cariño, no estoy enfadado, ¿no lo estas?, ufff, acaba de subir el tono, decidí ir a la habitación, ¡estaba desnuda, y tan solo quedaban quince minutos, para que vinieran mis y sus amigos, ¡debes de estar muy enfadado, por que yo lo estoy, ¿Qué te pasa inma?, estas gordísimo, sebas, y seguramente, no te entra, ninguna ropa, inma yo ya estoy vestido, ¿es que no me ves?, ¡¡no te veo!!, no me puedo poner mi vestido, el negro, el de salir a cenar, estoy gordísima, inma vida mía, es una cena informal, y tu con lo que te pongas estas guapísima, ponte ese vestido que tienes tan bonito, el de flores, es un vestido muy moderno, la abrace ¡y se convenció!, eso pensé yo, vale sebas, yo me pongo ese vestido, pero tu te pones la camisa vaquera, ¿la vaquera?, menuda mirada, me echo, me quite la camiseta que tenia, y me puse la camisa vaquera.
Sonó el timbre, eran ellos, salí y les dije pasad al salón, inma ya sale, y nos vamos en mi coche, no quería pensar que iba suceder cuando saliese, inma, ella un tipo, tan delgadita, un vestido negro, que ni un guante, el con su camisa blanca, tenia que cambiar mi vestuario rápidamente, hacia ya tiempo que no salíamos a cenar, y por que no decirlo ella no eran amigas, lo éramos nosotros, y siempre había habido un poco de pique, entre ellas, inma seguía sin salir, así que decidí, entrar, ¿Qué pasa inma?, estaba sentada, en la cama, ¿Por qué no sales?, ella, me dijo, seguramente habrá venido con su mejor vestido, y yo estoy muy fea, que no tonta, ha venido con un vestido de lo mas normal, tu estas mas guapa, ¿no me engañas sebas?, no anda sal ya y así podremos irnos, inma salio convencida, con una sonrisa de oreja a oreja, cuando la vio, me miro, por que no podía matarme, que si no lo hubiera echo, se dieron dos besos, todo bien asta, que “nuestra amiga”, le dijo en un tono, como así, inma, estas gordísima, ¡¡dios!!, yo mire a otro lado, inma me miro a mi, estaba apunto de estallar, ¿gorda?, que va se que tu me puedes ver gorda, cariño, lo que estoy, es embarazada, ¿y tu, no puedes quedarte, embarazada?, nos míranos los dos, y acabábamos de vernos.
llegamos al restaurante, imaginaros la escena, ellos la verdad tan modernos, y nosotros, inma con un vestido de flores, yo con la camisa de vaquero, nos recibió una japonesa, muy simpática, asta que hablo, en español, pasaron ellos, y justo, cuando inma iba a pasar, la dijo, ¡huy, que vestido mas bonito!, inma se le puso una sonrisa de oreja, igual, que nuestras cortinas, ¡¡¡dios!!!, por que le dije yo que se pusiera ese vestido, inma miro a esa mujer tan pequeñita, yo me puse en medio y la dije inma, esta mujer no sabe hablar el español, ¿Qué no sabe?, pues mira esas cortinas, ¡eran iguales!, se dio la vuelta, echando, todo, menos cosas buenas, se sentó, me senté, menos mal que ellos, no se dieron cuenta de lo que paso.
Todo bien,¿o no?, llego la camarera, y mirando a inma, le pregunto que era lo que iba a cenar, inma le contesto, ¿yo?, pregúntale a ella primero, quizás te pida una ensalada, para que siga guardando ese tipo, y no engorde, mejor pido yo, dije rápidamente. Estuvimos cenando un poco mas tranquilamente, quizás ese vino que nos sirvieron, creo que nos animo un poco y ellas enterraron el hacha de guerra, por fin una cena tranquila, estábamos ya en el café, y decidieron ir las dos al servicio, nos quedamos solos, nos miramos como diciendo, ¡vaya respiro!, estas dos nos matan a disgustos. Ya habían pasado mas de diez minutos, cuando de pronto sentimos una carcajada, enorme, nos levantamos, salimos al recibidor, inma, estaba morada, se esta ahogando, nuestra “amiga”, se esta riendo a carcajadas, voy miro a inma, cuando la otra, señalando, con el dedo a donde estaban las cortinas, y dio un grito, ¡¡¡su vestido es igual que las cortinas, yo miro de nuevo a inma, se acerca de ella, le grita, ¡mírame!, esta que la mira, inma que se acerca, cierra, los puños, y le da un puñetazo, la otra que ya no se ríe, inma, de nuevo, le da otro puñetazo, esta que se queda muda, sin decir nada, cuando o de pronto se cae al suelo, el vestido se le raja, de lo ajustado que lo tenia, se le rompió, se quedo desnuda, esas tetas que tanto, se le resaltaba, no eran tetas, tenia un relleno, y llevaba dos fajas, inma que la ve, se le acerca y le dice, mira bonita lo mió es natural, lo tuyo no así que ahora te puedes reír todo lo que quieras, me agarro de la mano y salimos del restaurante.
Contiunara
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