domingo, 1 de febrero de 2009

MI EXISTIR CAPITULO 6º

cafe gijon (madrid)



A la mañana siguiente, después de haber estado escuchando al maestro leer parte de su libro, decidí que tenía que reflexionar, sobre lo que había escudado. ¿Dónde esta la verdadera esencia de un poeta?, esa pregunta me lo hacia yo todas los días, ¿Qué parte de mi, están en mis palabras?, difícil contestación. Solo me nueve una cosa para escribir y es dejar un recuerdo para que un día cuando alguien me lea sepa que yo también existí.

Tome el metro en tirso de Molina para ir al retiro cuando empecé a bajar las escaleras, escuche un sonido de una flauta, pensé, ¿música en el metro?, según iba caminado por el pasillo, quise ver una silueta que yo reconocía y al llegar a su altura , no me podía creer lo que yo estaba viendo, era Ana sentada y con una flauta tocando en el metro, yo me senté a su lado , ella me miro sin parar de tocar y me hizo una seña que me quedara en silencio, yo me senté, y la gente pasaba por nuestro lado, y de pronto una señora se paro se la quedo mirando y la dio un duro, tenia una pequeña manta con dinero. Ella estaba tocando y la gente que pasaba la echaba dinero.

Después de unos minutos, Ana recogió la manta y aproximadamente unas cien pesetas le habían echado, ella me dijo, ¿Lucas donde vas?, yo la dije no lo se Ana, e decidido ir al retiro, ¿quieres que te acompañe?, yo la dije que si, pero que antes me tenia que explicar lo que hacia en el metro. Mira Lucas, en Madrid la vida es muy difícil, yo al igual que tu deje mi ciudad, para tener nuevas experiencias, como tu sabes yo vivo con tomas, pero no tengo nada que ver con el, solo compartimos piso, para que los gastos sean mínimos, tu sabes que el pinta, y yo Lucas toco la flauta, en el metro así me saco unas pesetas y puedo seguir con mis estudios de música, todo esto Lucas es eventual, pero tenemos que comer todos los días, y esto ayuda un poco.

Y tu Lucas, ¿Cómo te encuentras?, Ana estoy un poco confuso, son tantos los recuerdos que me persiguen, que no se si voy a poder dejarlos atrás, Lucas me tienes que enseñar algo de lo que tu escribes, pero solo quiero decirte una cosa, escribe desde dentro de ti, solo así podrás transmitir lo que tu corazón y tu alma quiere escribir. Lo se Ana, pero mis ideas están confusas como te dije y ya no se lo que quiero. Déjame que te invite a un café, estábamos en la plaza de Cibeles y nos dirigíamos al paseo de recoletos, ella me dijo, Lucas no se si alguna vez habrás oído el sitio donde vamos a ir, pero seguramente, te ara ilusión, al llegar a la altura de la cafetería, no me podía creer donde me había traído Ana, estábamos en el café Gijón.

El café Gijón, un lugar donde algunas generaciones de bohemios, han pasado por aquí, y donde yo ahora estaba también. El café Gijón, lugar donde poetas han escrito sus poesías, saboreando su café, donde las grandes tertulias de la posguerra, debates culturales y artísticos, personas como Alberti, García lorca, cela, gala, galdos y mas. Estaba apunto de entrar, tenia que reconocer que estaba un poco nervioso, y Ana lo sabia. Nos sentamos en sus sillas de madera y en sus mesas de mármol, estábamos en un rincón del café, eran las doce de la mañana y Ana le pidió al camarero dos cafés. Gracias Ana, no sabes la ilusión que me ha hecho que me traigas aquí, este lugar para mi representa, mi vida y ahora estoy aquí contigo, tu yo, que puedo pedir mas.

Ella se quedo mirándome un poco sorprendida, no sabia que era lo que acababa decir, ella me pregunto, Lucas ¿por que estas ilusionado que yo este aquí contigo?, Ana no quiero que te confundas , solo quiero que sepas que tu me recuerdas a una chica , tu parecido con ella, es muy grande, y el día que te vi por primera vez, no supe como reaccionar contigo, pero se que agache la cabeza, fue como volver a encontrarme con esa persona, pero no quiero que te enfades, contigo también estoy muy bien Ana, eres muy guapa. Lucas, hace un rato vi en tu rostro una desilusión y una pena, pero al entrar a este café tu cara ha vuelto a ser la que yo vi por primera vez, yo me tengo marchar, tengo que ir a u sitio, es un trabajo que me han ofrecido, pero en una hora estoy de vuelta y quiero que cuando vuelva hayas escrito algo desde tu corazón.

Cuantas veces había soñado con estar, donde yo estaba, y mi sueño se había hecho realidad. Tenia un folio y mi pluma, ella siempre venia conmigo, la puse encima de la mesa, una mesa fría, mi pluma la deje encima del folio, y le di un sorbo al café, cerré mis ojos y empecé a escuchar sus tertulias y veía con mis ojos cerrados, a esos poetas anónimos como yo, que un día tuvieron el mismo sueño que el mió, ser y dar lo mejor de nuestra escritura. Había escuchado que en el café Gijón se podía escuchar, esas tertulias que un día esas paredes escucharon, que se podía ver pasar a los poetas a esa generación del 27, mire a mi alrededor, y no estaba solo estaba con ellos, con mis amigos, con mis poetas.

“Subí la escalera del molino y me asome a la ventana y vi de nuevo el rió, las paratas, y tu estabas abajo, y mirasteis hacia arriba, y sonreísteis, y yo sonreí, quise mirar mas allá de donde yo podía ver, quería ser mayor, no quería ser niño, escuchaba la rueda del molino y vi caer la harina, y tus manos blancas y tu pelo negro, salí a la calle para verte de nuevo, para estar a tu lado pero no te vi, subí corriendo a la parata mas alta del molino,para ver el pueblo, y me senté a jugar, y recordé que te tenia que volver a ver, y te vi de nuevo moliendo el trigo, en la vieja rueda, en el viejo molino, y yo te hablaba, pero tu solo me sonreías, salí de nuevo para poderte ver y tu ya no estabas, baje corriendo para buscarte, y me subí a la noguera, y mire para poder verte y escuche un ruido, y tu estabas de bajo y de nuevo me miras tes y vi tu sonrisa, te leudasteis quieto junto a ella, te vi subir la cuesta hacia el molino, y me baje de la noguera, yo quería estar contigo, ¡¡subí corriendo al molino!!, su puerta estaba abierta, y de nuevo estabas allí, tus manos blancas, tu pelo negro,me distes un beso desde la distancia y yo ya estaba mas tranquilo, por que tu estabas, estabas conmigo, yo quería ser mayor, no quería ser niño, salí a la plazoleta y me senté junto a la acequia, cerré mis ojos y me tumbe en la llerva fresca, quería soñar, soñar que yo era un niño”.

Lucas que te pasa, me dijo Ana, me había quedado dormido, nada Ana que no se lo que me pasa no e podido escribir nada, ¿Por qué dices eso lucas?, yo veo que has escrito algo en tu folio, dejame que lo lea, ella lo leyó en voz alta y al terminar, me dijo Juan que te pasa, estas pálido, nada Ana que yo no lo he escrito, pero si lo e soñado, el sueño era que yo estaba en mi pueblo en la casa de mis abuelos, ellos ya no viven en el molino, y yo tenia unos once años, y buscaba a mi abuelo, pero el no me contestaba, Ana e soñado que era mayor , e soñado que mis abuelos ya no estaban, Ana tengo miedo he soñado con la muerte, y mi pluma a escrito lo que yo he soñado, Ana abraza me.

Contiunara

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