martes, 3 de febrero de 2009

MI EXISTIR CAPITULO 8º


GUARDIA DE ASALTO


El asalto al Cuartel de la Montaña - julio de 1936

Era viernes, las diez de la noche, y una luz, iluminaba mi cara. Apenas veía nada la luz me lo impedía, pero estaba allí, justo donde quería estar, pero antes quiero contar lo que sucedió cuando fuimos a mi casa. Ana me llevo, a un lugar donde sucedieron unos hechos que jamás tuvieron que suceder, el cuartel de la montaña, todo el mundo sabe que España atraviesa una reforma constitucional, que es el año de la apertura hacia Europa, tan solo hace ocho años, que España a salido de una dictadura y que todavía hay muchos rencores, y odios y ese lugar me hizo reflexionar y pensar que por que sucedió todo lo que sucedió.

Llegamos a mi casa Ana y yo, y ella me dijo que por que quería que estuviésemos juntos, y yo la dije que necesitaba tener un apoyo emocional, a su lado me encontraba muy seguro y eso me hacia feliz, Ana me preparo un bocadillo d chorizo de cantimpalo, y lo compartimos para los dos, yo me senté en mi mesita de noche y me puse a escribir, estuve toda la noche escribiendo, pero lo que yo veía apenas me gustaba, no me salía, lo que yo quería transmitir, Ana se había quedado dormida, y yo desde mi silla, no podía dejar de mirarla, me recordaba tanto a ella, pero sabia que la tenia que olvidad y dejar de sufrir, me hacer que a Ana y la di un beso, ella no se dio cuenta, y decidí salir a la calle, para ver si me venia a mi mente lo que yo quería escribir.

Al salir a la calle, me encontré con el sereno, el sereno es una persona que vigilaba las calles de Madrid y que tenia la llave de tu portal, la verdad que es una forma de estar seguro por Madrid, me pare a saludarle, ya en alguna otra ocasión habíamos establecido alguna conversación, el también provenía de Andalucía y eso hizo que nos comunicáramos con mas simpatía. Eran alrededor de las dos de la mañana y nos sentamos en un portal, hacia mucho frió y me dijo que hacia a esas horas por la calle, yo le explique que era lo que me sucedía y que tenia que escribir, pero que no podía hacerlo, el me miro y empezó hablarme de cuando era niño y las consecuencias de una guerra civil, y sobre todo de las posguerra, estuvimos mas de dos horas hablando y me dijo, Lucas si escribes algo de lo que te e contado, no digas que te lo dije yo.

Me subí a casa y me puse a escribir, eran las seis de la mañana y acababa de terminar de escribir, mis ojos reflejaban, el cansancio de toda una noche, me guarde el escrito, y me fui a la cama, Ana estaba tan dormida que yo me acosté a su lado, vestido , me di la vuelta y me quede dormido. Sentí que alguien me soplaba el la cara, abrí mis ojos y era Ana, despinta Lucas son las tres de la tarde y me tengo que ir, te e dejado un poco de sopa, encima de la mesita, ¿Dónde vas Ana?, los viernes Lucas trabajo en casa de una mujer hasta las nueve, tengo que dar clase de música a una niña, pero a las diez estaré en la vía Láctea, para ver y escuchar lo que as escrito, ¿Por qué has escrito verdad?, si Ana algo he escrito.

Eran sobre las siete de la noche, acababa de salir de mi casa y me dirigía hacia la cafetería, con mi escrito.antes de ir quería estar solo y pasear por donde pasearon esas personas que yo había reflejado en mi escrito y sentir lo que ellos sintieron, era una forma de prepararme, para esta noche. Después de pasear por Madrid y comerme un bocadillo de calamares en la plaza mayor y un vaso de vino, me dirigía a la plaza santa Ana y de nuevo, me senté a esperar a que fuese las diez de la noche, cuando alguien me llamo, yo mire para detrás y era el maestro, Rafael Alberti, Lucas que haces aquí solo, me pregunto, esperando a que el tiempo pase, anda vente conmigo y vamos a pasear un poco.

Tu sabes Lucas que esta noche yo me tengo que decidir por una persona y que esa persona tendrá un apoyo financiero, quiero que sepas que si no eres tu el que es el elegido, que no dejes de escribir nunca, la vida de un escritor no es fácil, quizás no se vuelva a repetir la generación del veintisiete, pero cada día nace un nuevo escritor. Maestro yo se que la vida de un escritor es muy difícil, pero mas difícil es la vida en si, yo se que mis escritos, lo podrán leer miles de personas, o quizás solo una, pero si a esa persona le llega al corazón, mi objetivo estará cumplido.

Eran las diez en punto, el la sala estaba Ana, tomas, mi amigo el sereno, dolores, mi casera, ellos eran mis amigos, el maestro, y la sala estaba llena, yo un poco nervioso, pero tenia que empezar y eso fue lo que iba hacer, pero antes me tenia que presentar. Soy de un pueblo de Andalucía, un pueblo de la provincia de Almería, y un día decidí venir a Madrid, mi nombre es Lucas y tengo veinte años, quizás muy joven, peor mi pluma no sabe de edades y solo ella sabe que lo que yo escribo, lo escribo con el corazón, se que hoy es un día muy importante, pero seguramente mañana será tan importante como hoy, esta noche voy a cerrar un ciclo de mi vida, pero mañana abriré otro, y así sucesivamente, quiero felicitar al que esta noche gane, y desearle con toda mi fuerza muy buena suerte. Este escrito quiero dedicárselo a esas personas que un día cerraron sus ojos, sus oídos, sus bocas.

“Amanece en Madrid, y el murmullo inunda sus calles, las personas van y vienen, sin dirección alguna, se escucha que el sol se a teñido de tinieblas, de llantos y que la gente grita, grita de miedo, un miedo a lo desconocido, ¿Qué pasa en Madrid?, gritan las mujeres y los hombres, veo sus caras, mirando al vació, mirando al mas allá, donde no se puede ver, donde no se puede mirar, ¡escucho disparos!, ¡hay una revuelta popular!, los niños lloran, no los dejo de escuchar, Madrid esta en guerra, la república va a estallar, ¡a las armas, camaradas, ténenos que luchar!, para salvar a España de un golpe militar. ¿Dónde esta mi hermano?, en el cuartel de la montaña esta, dicen que esta arrestado, por un general de nombre Fanjul. Veo a los guardias de asalto venir, al cuartel van, yo les digo ¡tener cuidado mi hermano allí esta! veo venir cañones, la gente empieza a temblar, las milicias madrileñas, empuñando sus armas van al cuartel de la montaña a luchar, quieren liberar a mi hermano, eso dicen yo les sigo sin parar, ¡tenemos que salvar a España de un golpe militar! Escucho disparos, las nubes de los cañones no me dejan ver. La gente grita sin parar, los aviones pasan, sus bombas caen sin parar, alguien grita, ¡¡ no pasaran!! Madrid esta en guerra hay una revuelta popular, los cañones cesan sus disparos, los gritos rompen el silencio. ¿Dónde esta mi hermano, mi hermano donde esta?, veo miedo, sangre, los hombres gritan, gritan si parar, ¡cuantos muertos!, cuanta sangre derrama. Cuántos muertos innecesarios, ¡que pasa en España!, que es lo que va a pasar, yo no veo a mi hermano, ¿hermano mió, donde estas?, ¡veo banderas blancas!, veo soldados llorar, veo sus rostros con miedo, ¡dios mió que va a pasar!, alguien grita mi nombre, yo miro sin parar, en busca de donde viene, yo no dejo de buscar, ¡el que grita es mi hermano! Veo su rostro ensangrentado, mal herido esta, yo abrazo a mi hermano el no para de llorar, no me dejes que muera, yo solo cumplí ordenes de un general, que nos dijo que España estaba en peligro y que la teníamos que salvar. Cuantas muertes inocentes, ¿Cuántas muertes tienen que pasar?, España esta dividida por un golpe militar, mi hermano murió en mis brazos, el dejo de respirar, cuantas muertes inocentes, yo lo tengo que contar, España esta dividida por un golpe militar. No olvidemos nuestro pasado, lo tenemos que recordar, yo no quiero que la muerte de mi hermano se tenga que olvidad, ni de millones de inocentes, yo no entiendo, por que paso ni si se pudo evitar, que España no se vuelva a dividir, no mas muertes de inocentes, no mas golpes de ningún militar, salgamos a la calle y gritemos todos juntos ¡¡NO PASARAN!!”

Estas palabras son para todas las personas que murieron en la guerra civil española, sin distinción de donde lucharon.

Continuara

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pepe,

te puedo asegurar que el reto que decías tener, una vez mas lo has superado con creces, el capítulo que has escrito sobre el asalto al cuartel de la Montaña es de una gran sensibilidad, has sabido recoger las emociones de todo un pueblo en un momento crítico y como la soberbia de unos pocos provoca una lucha fraticida donde da igual donde te toque porque siempre el pueblo saldrá perdiendo. El grito de ¡No pasaran! yo lo entiendo y creo que en ese sentido lo dices, como el compromiso de no dejarnos nunca mas llevar por la cerrazón de ideas y mucho menos por el poder de la fuerza bruta.

¡Enhorabuena!
Jose

Anónimo dijo...

Como dice pepe, el pueblo siempre pierde.Lo que debemos intentar, es que estas cosas no vuelvan a suceder. El relato es tan real, que casi puedes ver los sucesos uno a uno según los vas describiendo.Me gustas.

Paquito.