domingo, 15 de marzo de 2009

NACER, PARA MORIR. CAPITULO FINAL

EL PASO DEL TIEMPO, EL CAMINO DE LA VIDA

Estoy descansando, y hoy me apetece estar contigo, me quiero relajar, cierro mis ojos y aspiro el olor que me viene a torrijas, y te veo, y veo tus ojos tu boca y veo que me miras, y sonríes y te escucho que me dices que me quieres y que no te as olvidado de mi, te veo abuela, y tu me dices que le de un beso ala abuelo, el esta sentado en la mesa de la cocina, desayunado un tazón de leche con pan, yo le miro y no puedo evitar de sonreír yo también, el tiene la boina puesta, yo le digo, abuelo quítate la boina, el me mira y sonríe , me dice que no que se resfría.

Salgo a la puerta y me miro tengo unos pantalones cortos, hace un día maravilloso, miro para atrás y veo a mi abuelo con las dos cabras, las tiene atadas con una guiíta me dice que yo lleve una, que el llevara a la otra, nos vamos hacia el molino, de camino mi abuelo y yo hablamos, me dice que tal me va la vida, y yo le digo que muy bien, que tengo una mujer fantástica, que la quiero con locura, y dos hijas maravillosas, que la mayor tiene novio, y la pequeñas que va mal en el colegio, pero que es muy lista, es como la madre tiene su inteligencia y su guapura, y que s vaga como yo, el me mira y me dice que todos los días viene a verme.

Pasamos por el rió y veo que lleva u caudal enorme y mi abuelo y yo nos paramos, el me dice ¿recuerdas cuando tu hermano y tu pescasteis una trucha y tu te emborrachaste?, yo guardo silencio, y le doy un abrazo, y le digo que le quiero, subimos al molino, y veo a mi padre que esta alli, el me ve y deja de arrancar hiervas, me dice que me estaba esperando, y nos sentamos a la orilla de la acequia, yo me lo que do mirando y el sorprendido me dice que le miro, yo le digo que esta igual que cuando se fue, recuerdo hoy todavía cuando le pusieron la tapa al ataúd, y recuerdo el ultimo beso que le di, y una lagrimas me caen en este momento, por mi cara, te quiero papa.

El se me acerca y de nuevo el esta conmigo, y me dice que le acompañe que me quiere enseñar algo, y cierro mis ojos y estoy en casa de mis abuela Maria, en la entrada hay jazmines, es una casa muy grande, entro yo solo , al pasar escucho una voz que hoy yo recuerdo, ¡ es mi abuela Maria!, ella se me acerca y me dice que guapo estoy, y que cuanto tiempo sin verme, yo la digo que si ha visto a mi padre, ella me dice que si que la siga, en ese momento huelo a magdalenas, la pregunto a mi abuela si esta haciendo magdalenas y me dice que si, me siento en la mesa y de nuevo pregunto por mi padre ella me dice que tenga paciencia que ya viene.

Mi abuela pone dos tazas de leche y saca un plato de magdalenas recién hechas, de pronto un niño se me acerco, y se sentó a mi lado, y sus ojos eran conocidos, yo le pregunte quien era y mi abuela que estaba cerca de nosotros me dijo ¿no conoces a u padre?, era mi padre, estuvimos en silencio desayunando, y justo al terminar me dijo vente conmigo, el también tenia los pantalones cortos como yo, se que nos dimos una buena carrera, por la vega de mi pueblo. Después de llevar un rato corriendo nos detuvimos en un camino, yo estaba muy cansado, pero solo veía a mi padre el era un niño, como yo, el me decía que era muy feliz que de nuevo estaba en su pueblo con su madre, yo le pregunte si se acordaba de nosotros, me dijo que si, pero que ahora era muy feliz, me dijo pepe siéntate junto a mi quiero contarte que la vida la tienes que vivir lo mas feliz posible, pero que si algún día te sucede algo no te preocupes, que después de la muerte del cuerpo existe otra vida, y que esa vida será como tu quieras que sea, si as amando y as querido as sido feliz con los tuyos y con los amigos, tendrás un descano feliz. Pepe ¿sabes donde estamos?, yo le dije a mi padre que si que estábamos en el pueblo, el me dijo si pero en este lugar, yo mire y le dije que estábamos en la vega, el me dijo que si, que estábamos en la vega, justo en el lugar que murió, pepe aquí deje mi vida en la tierra y he querido traerte a este lugar, no me dio tiempo en despedirme de vosotros, pero quiero que sepas que os tengo en mi corazón y que cada día que pasa voy a veros a ti a tu madre a tus hermanos, pero cada día vuelvo con mi madre, mi padre, y mis hermanos, cada día vuelvo a ser el niño que un día fui.

Salí corriendo a casa de mi abuela, la madre de mi madre, no dejaba de llorar. Un día mi padre se fue, pero yo se que el sabia que se iba y desde su silencio, desde su mirada, me dijo adiós, el estaba esperando a mí hija, la mayor que saliese de la guardería el me miro, yo le mire y me dijo adiós, esa fue la ultima vez que vi a mi padre con vida, pero hoy le e vuelto haber. Llegue a casa de mi abuela Joaquina, ella me dijo que me pasaba yo le dije que había estado con mi padre, y se echo a reír me dijo siéntate que te tengo que decir una cosa.

Ves tu estas aquí, tu padre como todos nosotros, ya no estamos en el mundo de los vivos, pero a través de la imaginación podemos estar juntos siempre que tu quieras, puedes ser lo que tu quieras ser, y tener a quien tu quieras tener, pepe tu tienes mucha imaginación y eso es bueno, no la pierdas nunca, recuerda que un olor te puede transportar a donde tu quieras, que un recuerdo te puede llevar a un lugar, solo tienes que desearlo y lo tendrás, yo me levante de mi silla, y me fui a donde estaba mi abuela, la di un abrazo tan fuerte que sentí su cuerpo junto al mió, y no la quería soltar cuando alguien entro en la casa, me di la vuelta, sin soltar a mi abuela, era mi tío José, y escuche su voz , y le dijo a mi abuela ¿Dónde esta mi merengue?, yo sin decir nada cerré mis ojos, los cerré muy fuertes, y esta vez una lagrima me caía por mis mejillas, pero no eran de pena, sino de alegría estaba de estar con las personas que un día quise, que hoy las sigo queriendo, por que a un que ellas ya no estén con nosotros, sus recuerdos si lo están.

Sigo tumbado en mi cama y junto a mi están todos mis recuerdos, quiero despedirme de todos ellos y le digo que ya se pueden ir al lugar donde ellos son felices, donde un día yo estaré con ellos de nuevo, donde un día volveré a ser un niño, donde un día yo volveré a jugar con mi padre y donde un día, yo no volveré, tan solo me quedare con el, en su pueblo, en su casa, es su mundo, en su corazón, de donde yo nunca salí, y donde un día me tocara a mi esperar al los que yo hoy quiero con toda mi alma, con todo mi corazón, a mi mujer, a mis hijas, a mi madre a mis hermanos a todos a los que yo hoy quiero a mi familia, para estar eternamente juntos.

FIN

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