martes, 28 de abril de 2009

MISTER, CUARENTON capitulo 2º




Martes, por la mañana yo en el hiper, todas las chicas para mi solo, ¿algún sitio mejor para ligar?, pues no, solo tenia que llamar alguna chica y ella venia hacia mi, esto era un chollo, era la prueba del algodón, si un tio como yo guapo e inteligente, no era capaz de ligar en un sitio que solo había mujeres, tendría que ir al medico, lo primero que hice fue ir, a los congelados, yo sabia que había comida congelada y claro el mejo sitio, era ir a laso congelados, normalmente las mujeres cuando van a comprar dan tantas vueltas, para luego llegar y decir, ¿huy algo se me olvida?, ¡joder!, lo que se le olvidan siempre son mis cerverzas, de ellas nada, de nada.

 Llegue a laso congelados, mire a mi alrededor,  vi una chica ¡guapísima!, y me dije,”esta para mi”, la entro y la pido una cita, con disimulo, me acerco, ella me mira, me sonríe, me acerco mas, y justo cuando la voy a preguntar, ¡coño! Aparece de no se donde una abuela, me da un empujón, la coge a la chica de la mano y se la lleva, yo me quedo con la palabra, en la  boca, y una cara de jilipollas, y alguien me toca por la espalda y me dice, ¿deseaba algo usted?, una voz puntiaguda, me doy la vuelta, y no salí corriendo, por vergüenza, ¡ostras!, por no decir ¡joder!, un chaval lleno de granos, una chaqueta que no era la suya, por que era de manga larga y a el le quedaba, como si fuera de manga corta, me le quedo mirando y le digo,¿Qué deseo?, me preguntas que deseo, estar solo eso deseo estar solo. 
 
 Metí comida en el carro para toda la semana, eso si congelada. yo tenia que volver, a ver a esa chica, así que, yo y mi carro, en busca de la chica perdida, eso si yo seguía llenando el carro, justo al girar por una estantería, ella estaba allí agachada, miro para arriba y de nuevo me miro y me volvió a sonreír, me acerque de nuevo a ella, mire antes alrededor, para que no viniese ninguna abuela, solos estábamos solos, me acerco, ella se levanta , ve que voy hacia ella, se me queda mirado, sabiendo que la iba a decir algo, estoy justo enfrente, sus ojos miran  a los míos, y escucho su voz, una voz, muy sensual, que me dice, ¿buscaba usted algo señor?, ¿señor?, ¡joder!, si tan solo podía tener yo nada mas quince años mas o menos, y ¡me dice señor!, me quede parado sin saber que decir, y lo primero que se me vino fue decirla, si señorita, ¿el aceite?, ella giro ese cuerpazo, y me dijo  el aceite en el segundo pasillo.

¡Vale!, era mi primer intento, nada me tenía que preocupar, un tio tan guapo e inteligente como yo. Bueno tenía el carro lleno, ahora tenia que buscar una caja, mejor dicho una buena cajera, total mejor pagar a una chica guapa, que a una chica fea, vi una caja vacía, salí disparado con el carro, menuda rubia, hice un derrape con el carro, enfile la caja,  y justo cuando iba a entrar en ella, ¿Quién se me adelanto?, ¡la abuela!, ¡joder con la abuela!, me hizo un quiebro, y se me adelanto, bueno no importaba, tenia un poco de tiempo para observar a esa rubia, esos labios rojos. Estaba embobado viéndola, la abuela tenia tan solo una bolsita, nada en un minuto estaba con esa rubia, y ¿Por qué no?, y si la pido una cita, observé que en sus manos no llevaba anillos, ¿Qué podía perder yo?, nada que tan solo me dijese  que no. 

La abuela, me mira, no me quita ojo, ¿la abuela quiere ligar conmigo?, yo la miro, ella me mira, la hago un gesto, ella se acerca, yo acojonado, reculo, se me acerca y me dice, ¿hijo, puedes dejar pasar a mi marido, con el carro?, ¡dios que susto!, mire para atrás, y vi un carro lleno, tan lleno, que se le caían las cosas, un hombre, con traje se me acerca y me dice, señor, esa caja esta vacía, ¿señor?, que empeño, con llamarme señor, mire a la caja, ¿vacía? ¡Joder!, como no va a estar vacía, si había una chica tan fea, tan fea que se le veía en la frente la fecha de caducidad, sin decir nada ese hombre Agarro mi carro y sin pedirme permiso, se lo llevo a esa caja, yo miraba a esa rubia, miraba a  la otra cajera, es decir a esa cosa, ¿Qué era lo que yo había echo mal?, ¿le ayudo?, me dijo ese hombre, le ayudo, me le quede mirando, ¡déjeme!, ya lo hago yo, teníamos que reivindicar, que si te toca una cajera fea, en todos los productos nos hagan un veinte, por ciento de descuento.

Bueno después de llenar todas las bolsas de lo que había comprado,  estaba tratando de coger todas con las dos manos !uf¡¡ que difícil, eso era un tema muy difícil, fui a levantarlas, eso era casi imposible, de nuevo alguien me toco por la espalda, otra vez el tio ese, ¡coño!, se podía meter la mano en le bolsillo, ¿le puedo ha ayudar, señor?, joder con lo dé señor, era como si se riera de mi, y ahora me quiere ayudar, ¿Qué quería  acompañarme al parking?, ¿tu dirás como me quieres, ayudar?, le dije yo, el se me queda mirando y me dice, muy fácil caballero, de señor había pasado a se caballero. Muy fácil me dijo meta usted las bolsas en el carrito y le será mas fácil transportarlo hasta su coche, así le será mas cómodo llevarlas.

Vale tenia razón, pero era mi primera vez, yo jamás había ido al hiper, a comprar des eso se encargaba mi mujer, llene el carro con las bolsas, me quede mirando a la rubia, la abuela seguía allí descargando el carro, y nos e por que pero cuando pase a  su altura, no se por que pero esa rubiaza, miro justo cuando yo pasaba, ,me miro,  e hizo un pequeño gesto, no se por que pero a mi me dio la sensación de que me estaba guiñando un ojo, estuve a punto de chocar con otro carro, gire e hice un derrape, esa chica quería ligar conmigo, y la abuela por medio, en fin tendría que venir mas al hiper, eso era un nido de mujeres guapísimas, todas menos la cajera que me había tocado a mi.

¿Quién no ha visto la mujer de rojo?, pues estaba enfrente de mi, se me acercaba, venia hacia mi, su melena, sus labios rojos, no me lo podía creer, se estaba riendo, solo para mi, se me acerca y me dice, ¿quieres tomar un café?, no me salían las palabras, embobado la dije claro que quiero, ¿en  tu casa o en la mía? La dije yo. Ella se echo a reír, y me dijo en ninguno de los dos sitios, el café te invito aquí en el hiper, ¡era una azafata!, estaba en un stand de café, pero no me importaba, podía sacar algo mas estaba seguro, un tio tan guapo e inteligente  como yo. La pregunté como se llamaba y me dijo que no podía dar ese dato, que lista pensé yo, se quiere hacer la dura conmigo, yo le pregunte por que no me lo podía decir, ella me dijo ¿Por qué lo pone en mi plaquita?, leche se me habían olvidado las gafas, y no podía leer su nombre, yo larije dímelo tu que seguramente suene mejor, ella me miro y me dijo con esa voz tan sensual Eva, me llamo Eva.

Después de unos minutos, y después de tres cafés, gratis eso si eran gratis, me lance y la dije que a que hora salía de trabajar ella me dijo que a las diez, la dije que la invitaba a una copa, ella me dijo que mejor que la invitase a cenar, ¡coño! así de fácil. Había ligado, ¿Cómo no iba a ligar un tio tan guapo e inteligente como yo? En ese momento sonó mi teléfono, si dígame le dije yo, es usted don jorge Rodríguez, si le dije yo somos los bomberos estamos en su casa  la tiene usted inundada de agua, ¿va a tardar usted mucho?, ¿de agua?, le dije yo, si de agua me dijo el de nuevo,  estoy en el hiper tardo unos minutos en llegar, no antes le dije a Eva a la diez estoy aquí.

Continuara 


1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajaja,pepe con esta historia te estas superando...lo que me estoy riendo con el tio ese,,jorgito.buenisimo cuando le dice..un cafe,en tu casa o en la mia?...jajaja.Pepe lo bordas las historia comicas,me encanta.besos ANA