Todo empezó un viernes por la tarde, eran las cinco, y pude escuchar, si el tiempo no lo impide y la autoridad, da su permiso, a las cinco en punto empieza la faena, dicho así podía ser una corrida de toros, pero no era mi boda, y un gracioso dijo esa frase, dos años antes había, conocido a la que iba a ser mi mujer, la conocí en una discoteca, toda una chica revolucionaria, sin complejos, una persona muy activa, no podré olvidad su primer beso, ni su primara frase, ella se llama inmaculada, inma me dijo “ Sebastián, a mí me gusta compartir todo, y lo que yo haga, tu también”, dicho así me sonó muy bien, pero no calcule las consecuencias, que vendrían después.
Es cierto que compartíamos todo, y a mi me parecía lo mas normal, una semana antes de casarnos hicimos una lista de todas las tareas, de cómo compartirlas, tanto inma, como yo trabajábamos todo el día, y me pareció de lo mas normal, pero lo que nunca me iba imaginar, era que llegaríamos a tal extremo, nuestra boda fue genial, nuestro viaje de novios también. Todo iba perfecto, cada uno tenia sus tareas y no se metía en el del otro. Una tarde, después de una visita de unos amigos, inma me dijo, sebas, me gustaría ser madre, yo la mire y la dije que si pero que mas adelante, tan solo llevábamos, un año casados, y que éramos muy jóvenes, ella me dijo si tu no quieres ser padre yo si, quiero ser madre, si pero par que tu seas madre, ¿yo tendré que hacer algo?, eso depende de ti, me dijo, pero yo quiero ser madre.
Nunca preguntes a una mujer que quiere decir cuando no se la entiende, es imposible, y una recomendación , no la lleves la contraria, al final somos nosotros los que salimos perdiendo, pero esa negativa de ser padre, estuve casi quince días durmiendo en el sofá, yo la decía inma, si sigo durmiendo en el sofá, así jamás podremos ser padres, fue la palabra mágica, se sentó a mí lado, y me dijo con su voz suave, sebas, ¿quieres ser padre?, yo la dije que si, que lo que ella quisiera, segundo error cometido por mi, ¡¡como pude decir eso !!.
Seguíamos sin hacer el amor, yo la decía inma ¿no me as perdonado?, si me dijo ella, claro que te perdone, pero antes de hacer el amor, quiero que me firmes un contrato, ¿un contrato?, ¿un contrato para que?, quien me mandaría a mi preguntar, no hay peor cosa que negocia con una mujer y si encima e la tuya, después de casi un mes sin hacer nada, jamás lo hagáis, ella me dijo, esta noche dormimos juntos, pero no se te ocurra tocarme, asta que mañana lo firmes, estuve todos la noche, sin dormir, y no precisamente por el contrato, inma me lo aclararía, de una forma o otra. Nada mas levantarnos, me fui a darme una ducha de agua fría, una vez que estábamos vestidos, me dijo esta noche será nuestra noche, empezó a besarme, y yo ya no podía mas trate de que se acostase de nuevo, pero ella de un empujón, me quito del medio, sebas, si quieres ser padre esta tarde en el notario a las cinco de la tarde, ¿os suena eso de las cinco de la tarde?.
Allí estaba, faltaban cinco minutos, para las cinco, inma entro, y me dijo, ¿te han dado una copia?, no la dije yo, ella se fue hacia a la secretaria y estuvo hablando, me dio un sobre y me dijo es una sola pagina, quiero que la leas antes de entrar, no me podía creer, lo que estaba leyendo, era un contrato de embarazo, venia a decir que si ella se quedaba embarazada, yo me tendría que quedar embarazado, no me lo podía creer, jamás había escuchado algo así, por mucho que tendríamos que compartir, asta este punto, no lo entendía, ¿Cómo me podía yo quedar embarazado?, buena pregunta, el acuerdo consistía en fingir que yo estaba embarazado, y si a inma le pasaba algo, a mi también me tenia que pasar algo parecido, tenia que ser un embarazo, en todo regla.
Contiunara
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