domingo, 29 de noviembre de 2009

ENTREVISTA | Mohamed Nasheed, presidente de Maldivas


'No hacer nada contra el
CO2 es un crimen contra
la Humanidad'

El presidente de Maldivas ha cambiado la celda con vistas al mar en la isla prisión de Dhoonidhoo, donde fue encarcelado hasta 18 veces, por el más confortable despacho presidencial de Male, la capital del país. Mohamed Nasheed, que este mes cumple un año al frente del Gobierno, no considera malgastado el tiempo que pasó entre rejas por enfrentarse a la dictadura.
"Lo dediqué a pensar en los problemas de mi país y en cómo solucionarlos", asegura. Este Nelson Mandela del Índico se enfrenta a las predicciones que apuntan a que su nación podría ser la primera del mundo que desaparezca bajo los efectos del cambio climático y el aumento del nivel del mar.
El joven líder, de 42 años, acudirá a la cumbre sobre cambio climático de Copenhague para tratar de dar voz a los países que forman una de las grandes contradicciones del calentamiento global. Esto es, que las naciones menos contaminantes son las más amenazadas.
Pregunta.- ¿Cómo se siente al frente de un país que según las predicciones científicas quedará bajo el mar antes de que acabe el siglo (el 80% del territorio de las Maldivas se encuentra a menos de un metro de altura sobre el nivel del mar)?
Respuesta.- Si no tomamos medidas ahora, esa posibilidad es real. Hay que actuar hoy para asegurar el mañana. El cambio climático es un problema que está fuera del control de cualquier estado. Pero lo que sí podemos hacer es planear el futuro basándonos en el peor escenario y, por eso, mi Gobierno va a crear un fondo con dinero procedente del turismo para sufragar la posible evacuación de toda la población en caso de emergencia.
P.- Se refiere a su sorprendente iniciativa de comprar terrenos en Australia, Sri Lanka o la India para crear un nuevo hogar para sus compatriotas. ¿Es realmente la única solución?
R.- Ahora mismo estamos centrados en la adaptación. Una de las formas de adaptación es fortificar las islas con murallas como la que ya existe en Male (la capital del país está rodeada por un muro de entre dos y tres metros de altura). La posibilidad de adaptarse a la situación existe, pero hay que pensar en otras por si todo falla.
P.- La gente no ha acogido bien la idea. Sienten un apego natural por la tierra donde nacieron y dicen que no se marcharían.
R.- Las gentes de Maldivas vivían en otro lugar antes de emigrar aquí. De la misma forma, debemos estar abiertos a la posibilidad de volver a emigrar si este lugar se hace inhabitable. El hogar, en definitiva, es una creación de la imaginación. Nadie sabe qué está pasando con el clima. Sabemos que está cambiando, que el nivel del mar está subiendo y que los vientos no vienen cuando solían y lo hacen de forma más fuerte, aumentando la erosión de nuestras costas. Le estamos pidiendo a la gente que se defienda de una percepción y que levanten protecciones contra un peligro que todavía no entendemos.
P.- ¿Teme que la actual crisis económica relegue la lucha contra el cambio climático a un segundo plano y los países más contaminantes pierdan su voluntad de comprometerse a reducir sus emisiones?
R.- Los [líderes] de países que hagan esto estarán cometiendo un crimen y deberían ser procesados. Sería una locura completa y total olvidarse de los problemas medioambientales a los que nos enfrentamos con la excusa de la crisis. ¡Un crimen contra los Derechos Humanos! Porque es a nosotros [los países pobres] a quienes se está dañando.
P.- Si los países desarrollados son responsables de lo que está ocurriendo en Maldivas y otros países, ¿deberían ser ellos los que aporten las soluciones y el dinero para salvarlos?
R.- Debemos ser capaces de mantenernos de pie por nosotros mismos y aceptar la responsabilidad de la situación. No siempre puedes culpar a otros de lo que te ocurre. Un ejemplo: Maldivas se encuentra en una situación económica muy difícil y podríamos culpar a la actual crisis global de ello. La realidad es que estamos en esta situación por la política del anterior régimen. Es un daño que nos hemos inflingido a nosotros mismos. Por supuesto siempre es agradable que alguien te ayude, pero no podemos depender de lo que nos ofrezcan de fuera. Yo creo en las buenas intenciones de Occidente.
P.- ¿Qué puede pues hacer el resto del mundo para ayudar a salvar Maldivas?
R.- Olvidémonos de los Gobiernos. Es la comprensión de su gente, de los británicos o de los españoles, lo que buscamos. Porque, al final, cuando la gente se dé cuenta de que ha llegado la hora de salvar al mundo, hará lo posible por hacerlo.
P.- Algunos expertos creen que archipiélagos como Maldivas son inviables y que no es posible dar los servicios necesarios a una población dispersa en cientos de islas en mitad del océano. Varios estudios sugieren concentrar la población en entre tres y siete grandes islas.
R.- Este país ha sobrevivido intacto cerca de 2.000 años. Por mucho que usted o yo queramos cambiar su naturaleza, no es posible ir contra el curso natural de las cosas. Esta es una nación de islas, la gente vive en una nación de islas y quiere seguir siendo parte de una nación de islas.


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1 comentario:

Elisa dijo...

Hola!
Muy lindo blog.
Maldivas, un lugar de ensueño.
Saludos
Elisa, Argentina